Historia del Cine de Suspenso en la República Dominicana: Hoy se estrena la película Baño de damas

El Suspenso Dominicano que Congela la Sangre. Uno de los estrenos más esperados es la producción local Baño de Mujeres, dirigida por el reconocido Frank Perozo.

 Esta cinta de género suspenso y terror, con una duración de 1 hora y 43 minutos, explora temas oscuros y actuales



Por MILCIADES PICHARDO

(Dedico este articulo a Arturo Rodriguez Fernandez In memorian)

 

El cine en la República Dominicana tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, con la primera proyección cinematográfica en 1900 en Puerto Plata, gracias al cinematógrafo de los hermanos Lumière.

Sin embargo, la producción de ficción local no se consolidó hasta la década de 1920, con películas como La leyenda de la virgen de la Altagracia (1923), dirigida por Francisco Palau, Tuto Báez y Juan B. Alfonseca.

Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), el cine se limitó a documentales propagandísticos, paralizando el desarrollo de géneros narrativos como el suspenso o el thriller. Tras la caída del régimen, el cine de ficción resurgió en los años 60 con obras como La silla (1963) de Franklin Domínguez, pero el género de suspenso permaneció marginal hasta finales del siglo XX.

La evolución del cine de suspenso y terror en República Dominicana ha sido incipiente, marcada por limitaciones presupuestarias, falta de especialización en el género y una preferencia del público por comedias y dramas familiares.

 No fue hasta la década de 1990, con el resurgimiento del cine local, que aparecieron las primeras incursiones en suspenso. El "Año Cero" del cine de ficción dominicano en 2003, junto con la Ley 108-10 de 2010 que incentivó la producción cinematográfica, impulsó una mayor diversidad de géneros, aunque el suspenso y el terror siguen representando una minoría de las producciones (por ejemplo, en 2019, solo una de 23 películas estrenadas fue de terror).

Este género debutó tímidamente en los 90 con Para vivir o morir (1996), dirigida por Radel Villalona, un thriller político sobre intrigas y supervivencia que, aunque un fracaso comercial inicial, se reeditó como Jugada final (1997) y Basta ya (2003).

 Este filme representó un primer intento de explorar tensiones narrativas en un contexto local. El verdadero punto de inflexión llegó en 2005, considerado el año fundacional del cine de terror dominicano.

 Andrea, dirigida y producida por Frank Bencosme, se convirtió en la primera película de terror y suspenso del país. La historia sigue a una niña poseída por un espíritu tras profanar una tumba, rodando en solo seis semanas con recursos limitados antes de la Ley de Cine.

 A pesar de efectos visuales rudimentarios, generó verdadero pánico en el público, atrajo largas colas en cines, vendió 320.000 entradas y ganó el Premio Soberano a Mejor Película en 2006, además del Public Choice Award en el New York International Independent Video and Films Festival.

Su impacto fue tal que inauguró el subgénero de terror sobrenatural basado en leyendas locales. Ese mismo año, La Maldición del Padre Carmona también tuvo éxito comercial en suspenso, aunque con menos reconocimiento crítico,  recordar que esta película trabajo la dominicana Zoe Saldaña, recientemente ganadora del Oscar  mejor actriz secudaeria.

En 2006 se estrenó la secuela Andrea: la venganza de un espíritu, dirigida por Rogert y Frankeli Bencosme (familiares de Frank), que profundizó en temas de posesiones rurales y ganó popularidad por su atmósfera inquietante.

La década de 2000 cerró con dos thrillers notables en 2008: El caballero de la medianoche, de Jimmy Sierra, un suspenso policial sobre un asesino en serie y la caza de un detective; y Enigma, de Robert Cornelio, centrada en la misteriosa desaparición de una mujer, explorando paranoia y secretos familiares.

 

Con el auge post-Ley 108-10, el género ganó terreno. En 2012 destacaron dos cintas de terror: La casa del kilómetro 5, de Omar Javier, sobre una casa embrujada en un entorno rural; y El hoyo del diablo, de Francis Disla, donde un grupo de jóvenes enfrenta entidades sobrenaturales en una mansión abandonada.

En 2014, José María Cabral estrenó Despertar, un thriller psicológico y de ciencia ficción que narra la desesperada búsqueda de un hombre por su esposa, creyendo en una conspiración generalizada contra él.

Esta película elevó la calidad técnica del género. Los años 2017 marcaron un pico de actividad: Cuentos de camino, de Javier Vargas, una antología de horror basada en experiencias personales de terror en carreteras; y 7 muertes, dirigida por el español Gerardo Herrero (pero filmada en RD), un thriller sobre asesinatos vinculados a un escritor de novelas de misterio, que aprovechó los paisajes dominicanos para crear tensión.

En 2019, Una fiesta inolvidable, de Tito Rodríguez, fusionó suspenso y terror en una trama de venganza por un caso de violación y suicidio, abordando temas sociales con giros inesperados.

La pandemia ralentizó la industria, pero el terror resurgió en 2021 con “La Bruja”, de Ronny A. Sosa, la única producción de este género ese año tras la reapertura de cines. Centrada en una bruja que regresa para atormentar, fue criticada por su narrativa superficial, pero señaló un interés renovado.

Jupía, dirigida por Leticia Tonos y José Gómez De Vargas (año no especificado, pero posterior a 2021), fue la última cinta de terror en cines hasta recientemente, explorando mitos indígenas y folklore dominicano.

 En 2024, Convivencia, de José Gómez De Vargas, presentó un thriller de supervivencia en un entorno postapocalíptico, con dinámicas humanas intensas, y fue seleccionada en el Festival de Venecia.

Hoy, el 2 de octubre de 2025, se estrena Baño de Mujeres, una producción de suspenso y terror dirigida por un equipo local con elenco internacional (incluyendo Judith Rodríguez y Angelique Boyer), ambientada en un baño público donde acechan fuerzas siniestras.

 Esta cinta, que llega simultáneamente a cines de RD y Puerto Rico, representa un hito por su escala y potencial para exportación, inscribiéndose en la tradición de terror urbano y giros inesperados.

 

Baño de Mujeres

El Suspenso Dominicano que Congela la Sangre. Uno de los estrenos más esperados es la producción local Baño de Mujeres, dirigida por el reconocido Frank Perozo.

 Esta cinta de género suspenso y terror, con una duración de 1 hora y 43 minutos, explora temas oscuros y actuales.

La historia sigue a Johana, Lily y Marianne, tres amigas que disfrutan de un viaje por carretera hasta que descubren una red de trata de personas operando en una parada al borde de la ruta.

 Con un elenco estelar que incluye a Judith Rodríguez, Angelique Burgos, Altair Jarabo, Karen Yapoort, Pepe Sierra, Ramón Candelario y Juan Carlos Pichardo, la película promete mantener al público al borde del asiento. Clasificada para audiencias maduras, es ideal para quienes buscan adrenalina local.

Producida por Kendy Yanoreth, este thriller ha generado interez por su guion convencional pero impactante, apostando por el drama y el horror en un contexto dominicano.

 

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